Una cosa que aprendí rápidamente hace cinco años, precisamente este verano, cuando el Papa Francisco recién electo me nombró Obispo de El Paso, es que la Iglesia aquí es rica. ¡Yo creo que El Paso es una de las diócesis más ricas del país! Ok, quizás no seamos tan ricos en la forma en que crees que me refiero. Somos verdaderamente ricos en nuestra gente, en nuestra historia, en nuestra cultura. ¡Somos ricos en la forma en que vivimos nuestra fe católica! ¡Cuando oramos suceden milagros!
Aunque no contamos con los recursos financieros que muchas otras diócesis pueden aprovechar, he notado que cuando reconocemos una necesidad real, también somos capaces de reunir los recursos financieros necesarios. Por ejemplo, cuando nos llamaron para levantar una colección especial en respuesta a la devastación del huracán Harvey y así ayudar a la Diócesis de Beaumont, cuyas iglesias y escuelas habían quedado devastadas por las inundaciones, recaudamos la cantidad increíble de $ 118,467.09, en solo un fin de semana. Al leer este periódico, verán que nuestra Diócesis ha sido bendecida de maneras en las que quizás ni siquiera nos atrevimos a esperar hace algunos años. Alrededor del 2013, el número de seminaristas que estudiaban para nuestra Diócesis se redujo a once. Esto no era suficiente para mantener a nuestras parroquias existentes con el personal necesario, mucho menos para responder al crecimiento de la población católica y la necesidad de nuevas parroquias. La Diócesis comenzó una campaña de oración. Muchas parroquias comenzaron a recitar una oración por las vocaciones durante cada misa. ¡Debo decir que la oración ha dado fruto! Hoy tenemos 27 seminaristas estudiando para nuestra Diócesis. En mayo, ordenamos a dos caballeros para el Diaconado. Este mes ordenaremos a dos nuevos sacerdotes. A finales de este verano, esperamos dar la bienvenida a alrededor de ocho nuevos excelentes candidatos para estudiar para el sacerdocio en nuestra Diócesis. Las vocaciones son señales de que Dios está trabajando en nuestras familias y comunidades, convocando a jóvenes de aquí y de otros lugares para satisfacer las necesidades de hoy y de mañana. Sí, los milagros están sucediendo y somos los ¡más bendecidos! Es difícil exagerar cuán importantes son los sacerdotes para la vida y la salud de la Iglesia. Si bien todos los Bautizados tienen roles esenciales en la vida de nuestra fe, los sacerdotes son el motor que nos mantiene funcionando. ¿Quién de nosotros no puede contar una historia sobre cómo un sacerdote nos ayudó a nosotros o a nuestra familia en nuestro camino de fe? Bautizan a nuestros bebés, nos enseñan a nosotros y a nuestros hijos, nos inspiran con su predicación y ejemplo. Perdonan nuestros pecados, son testigos de nuestros matrimonios, nos ungen cuando estamos gravemente enfermos, nos consuelan en nuestras pérdidas y sepultan a nuestros muertos. Como líderes de nuestras parroquias en unión con el obispo, ellos son los que nos convocan como comunidad. Son personas que han entregado sus vidas al servicio de Dios y de su pueblo. Tan completo es su compromiso de vivir vidas castas y célibes para que ellos mismos, en sus mismas personas, puedan ser señales de que el Reino de Dios está entre nosotros. Ahora que Dios está escuchando nuestras oraciones por los sacerdotes, estoy seguro de que el próximo milagro que Dios quiere lograr será a través de nosotros. La preparación que un hombre necesita para ser formado en santidad y el conocimiento necesario para servir como sacerdote es intenso y costoso, pero rinde dividendos en los próximos años. Por favor, ¡se nuestro próximo milagro al apoyar a esta gran y urgente necesidad a través de la Campaña del Obispo! Tu donación, ya sea grande o pequeña, te hará parte de la gran obra de Dios en esta bendita Diócesis de El Paso. Obispo Mark
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AuthorMost Rev. Mark J. Seitz Archives
May 2020
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