During a recent priest assembly in our diocese I promised to propose actions that I would like us as a Diocesan Church to take up beginning immediately to guide our local response to the scandals surrounding the sexual abuse of children by priests and bishops and the subsequent failure to respond appropriately by some bishops.
Certainly programs and protocols will be important and I refer to some of those here, but as always our most potent weapon against evil is prayer and the deeper conversion of our own hearts. That is the primary goal of many of these actions. With the help of prayer and penance we can also move forward our efforts to become more transparent signs of the presence of the Lord in our midst. These efforts will complement our work locally to improve our assistance for victims, to create a safer environment for all our members and to provide better protocols for the reporting of abuse by any member of the clergy, including bishops. I would like to share with you the People of God of the Diocese of El Paso these actions that I am asking the entire Church of El Paso to undertake: 1. Fasting on Fridays for the healing of victims of abuse (exception could be made for feasts that fall on Friday, Christmas and Easter) 2. A Rosary should be said in every parish at least once a week for victims of abuse. Priests and deacons should lead or participate unless otherwise prevented by their schedule. 3. A petition for the victims of sexual abuse in the Church should be included in every Sunday Liturgy. 4. Each parish should recommit itself to the full implementation of VIRTUS Safe Environment Program. 5. Parish communities are encouraged to plan other prayer actions along these lines such as holy hours, visits to the Blessed Sacrament, novenas or the like. 6. Every priest and deacon should see this as a call to strengthen his own personal prayer life so that he can remain faithful to his calling and be a more transparent sign of God’s presence. I will appreciate your support at the parish and diocesan level as individuals and through the various Church-based organizations to which you belong to assist us in implementing these actions and even challenging us to go beyond them in the service of God and His people. Please pray for me and for all our priests and deacons, as well as all those called to leadership in the Church. God Bless! Bp. Mark
0 Comments
Durante una asamblea sacerdotal reciente en nuestra diócesis, prometí proponer acciones que me gustaría que comencemos a hacer inmediatamente como Iglesia Diocesana. Esto para guiar a nuestra respuesta local en cuanto a los escándalos que rodean el abuso sexual de niños por parte de sacerdotes y obispos, además del subsecuente fracaso en responder apropiadamente por parte de algunos obispos. Ciertamente, los programas y protocolos serán importantes y me refiero a algunos de ellos aquí, pero como siempre, nuestra arma más poderosa contra el mal es la oración y la conversión más profunda de nuestros propios corazones. Ese es el objetivo principal de muchas de estas acciones.
Con la ayuda de la oración y la penitencia, también podemos avanzar en nuestros esfuerzos para convertirnos en signos más transparentes de la presencia del Señor en medio de nosotros. Estos esfuerzos complementarán nuestro trabajo a nivel local para mejorar nuestra asistencia a las víctimas, crear un entorno más seguro para todos nuestros miembros y proporcionar mejores protocolos para denunciar el abuso por parte de cualquier miembro del clero, incluidos los obispos. Me gustaría compartir con ustedes, el Pueblo de Dios de la Diócesis de El Paso, estas acciones, las cuales le pido a toda la Iglesia de El Paso que emprenda: 1. Ayunar los viernes para la curación de las víctimas de abuso (las excepciones podrían hacerse para los días festivos que caen los viernes, Navidad y Pascua) 2. Se debe decir un rosario en cada parroquia al menos una vez por semana para las víctimas del abuso. Los sacerdotes y diáconos deben dirigir o participar, a menos que su horario lo impida. 3. Debe incluirse una petición para las víctimas de abuso sexual en la Iglesia, en cada liturgia dominical. 4. Cada parroquia debe volver a comprometerse con la implementación completa del Programa de Ambiente Seguro, VIRTUS. 5. Se alienta a todas las comunidades parroquiales a que planifiquen otras acciones de oración a lo largo de estas líneas, tales como horas santas, visitas al Santísimo Sacramento, novenas o similares. 6. Todo sacerdote y diácono debe ver esto como un llamado a fortalecer su propia vida de oración para que pueda permanecer fiel a su llamado y ser un signo más transparente de la presencia de Dios. Apreciaré enormemente su apoyo a nivel parroquial y diocesano como individuos y a través de las diversas organizaciones eclesiales a las que pertenecen para ayudarnos a implementar estas acciones e incluso, desafiarnos a ir más allá de ellas en el servicio de Dios y su pueblo. Por favor, oren por mí y por todos nuestros sacerdotes y diáconos, así como por todos los llamados al liderazgo en la Iglesia. ¡Dios les Bendiga! Obispo Mark |
AuthorMost Rev. Mark J. Seitz Archives
May 2020
Categories |