On December 31st many of us will be gathered with family and friends counting down the seconds to a new year we will call “2017”. A few of us will have gone to bed hours well before the countdown calculating that the new year is quite capable of beginning without us. No matter the group to which we belong it is safe to say we will all take note that a new cycle of days has begun.
The beginning of a year is rightly understood not simply as an excuse to celebrate but an occasion for reflection. In order to truly celebrate we need to be able to point to a reason for our joy. What is it that brings us joy at the beginning of a new journey around the sun for planet earth? No one who pays any attention to events in this world of ours can fail to discern many concerning trends and reasons for feeling unsettled about what may unfold in 2017. The life and dignity of people throughout the world is being violated in horrifying ways. The Middle East continues to be a place of instability with the potential to draw the world's great powers into direct confrontations. Climate change and other environmental concerns are showing their effects. In the United States it is hard to imagine a time since the Civil War when we have been so polarized. No matter where you may find yourself on the political spectrum one thing we all have in common is that we are very concerned about the direction of our country and of our society. As we honestly reflect about our own personal lives and our families we can be confident that challenges will lie in store for us in the coming year. What will become of your ailing parent? What about your sibling with the troubled marriage? What will become of your adult child who is addicted to drugs? What are the prospects for your dead end job? So I return to my earlier question: What is it that brings us joy at the beginning of this new journey around the sun? What is the reason for hope in the face of so many ominous realities? It should be clear that humanity is not going to save itself. To put our trust in science, as impressive as its progress has been, is not prudent. Technology can be used for both good or ill and humanity has not shown itself capable of pursuing only the good in a world of nuclear proliferation. Must we simply close our eyes to these trends and suggest the only answer is to ‘eat, drink and be merry for tomorrow we die?’ I think not! Remember why it is that we call this year "2017". We begin our counting of the years based upon the event upon which all history turns: the entrance of the Son of God into the world. Without this unimaginably good news history would only be a meaningless cycle provided with only one escape, death. Because God has entered our life to save us; since he has revealed his mercy and unfolded his saving plan, we have every reason to celebrate as a new year begins. Hope has been born! Joy has a reason! Bp. Mark J. Seitz Bishop of El Paso El 31 de diciembre muchos de nosotros estuvimos reunidos con familiares y amigos contando los segundos para un año nuevo al que llamaremos "2017". Algunos de nosotros nos fuimos a la cama horas antes de la cuenta regresiva, calculando que el año nuevo sería bastante capaz de comenzar sin nosotros. No importa el grupo al que pertenecimos, pero con seguridad podemos decir que todos tomamos nota de que un nuevo ciclo de días ha comenzado. El comienzo de un año se entiende correctamente, no simplemente como una excusa para celebrar, sino una ocasión para la reflexión. Para celebrar realmente necesitamos ser capaces de señalar una razón para nuestra alegría. ¿Qué es lo que nos trae alegría al comienzo de un nuevo viaje alrededor del sol para el planeta tierra? Nadie que preste atención a los acontecimientos de este mundo nuestro, puede dejar de discernir muchas de las tendencias y las razones para sentirse inquieto acerca de lo que puede ocurrir en 2017. La vida y la dignidad de las personas en todo el mundo están siendo violadas de manera horripilante. El Oriente Medio sigue siendo un lugar de inestabilidad con el potencial de atraer a las grandes potencias del mundo para enfrentamientos directos. El cambio climático y otras preocupaciones ambientales están mostrando sus efectos. En los Estados Unidos es difícil imaginar un momento desde la Guerra Civil cuando hemos estado tan polarizados. No importa dónde se encuentre en el espectro político, una cosa que todos tenemos en común es que estamos muy preocupados por la dirección de nuestro país y de nuestra sociedad. Al reflexionar honestamente acerca de nuestras propias vidas personales y nuestras familias, podemos estar seguros de que los desafíos estarán en el almacén para nosotros, el próximo año. ¿Qué será de su padre enfermo? ¿Qué pasa con su hermano que tiene problemas matrimoniales? ¿Qué será de su hijo adulto, adicto a las drogas? ¿Cuáles son las perspectivas de su trabajo cuando lo siente como un callejón sin salida? Así que vuelvo a mi pregunta anterior: ¿Qué es lo que nos trae alegría al comienzo de este nuevo viaje alrededor del sol? ¿Cuál es la razón por lo que la esperanza se enfrenta a tantas realidades ominosas? Debe quedar bien claro que la humanidad no va a salvarse a sí misma. Poner nuestra confianza en la ciencia, tan impresionante como ha sido su progreso, no es prudente. La tecnología puede usarse para bien o para mal y la humanidad no se ha mostrado capaz de perseguir sólo lo bueno en un mundo de proliferación nuclear. ¿Acaso debemos simplemente cerrar los ojos a estas tendencias y sugerir que la única respuesta es "comer, beber y ser felices para mañana morimos?" ¡Creo que no! Recuerden el por qué es que llamamos a este año "2017". Comenzamos nuestro recuento de los años basado en el acontecimiento sobre el cual gira toda la historia: la entrada del Hijo de Dios en el mundo. Sin esta historia inimaginablemente buena, la historia sólo sería un ciclo sin sentido, provisto de un solo escape; la muerte. Porque Dios ha entrado en nuestra vida para salvarnos; ya que ha revelado su misericordia y desplegado su plan de salvación, tenemos todas las razones para celebrar cuando comienza un año nuevo. ¡La esperanza ha nacido! ¡La alegría tiene una razón! Obispo de El Paso Mark J. Seitz
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May 2020
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