Statement of Bishop Seitz on the sentencing of the August 3 Shooter
Today, as we witness the conclusion of the federal legal proceedings surrounding the heinous act of murder on August 3, 2019, this is a moment for us to reflect upon the profound impact this tragedy has had on our community. Our hearts remain broken as we acknowledge the pain and suffering endured by the victims, their families, and the entire El Paso community.
The sentencing of the shooter to 90 consecutive life sentences in federal court assures us that he will never be in a position to bring such harm upon anyone again. Our prayers continue to be with the victims and their loved ones, as we walk together through the difficult path of healing and rebuilding their lives in the aftermath of this horrific act. Our prayer is that they will be able to find a peace, impossible without God’s grace, that comes only from a willingness to“forgive those who have trespassed against us”. It is the incomprehensible forgiveness of the wholly innocent One who in his final words from the Cross forgave those who had nailed him to it.
We must also take this opportunity to reaffirm our commitment to fostering a culture of love, and we must strive to build bridges together across our diverse multi-national communities. We in the Catholic Church continue to affirm our commitment to the culture of life and our
stand against the deliberate taking of any human life. We believe God meant it when he said, “Thou shalt not kill!”
As a community, we have shown remarkable resilience in the years since this tragedy. We have come together, providing support and solace to one another, demonstrating the power of unity and compassion. Let us continue to lean on one another, offering a helping hand to those in need and standing up against the forces that seek to divide us.
It is my hope that the conclusion of this federal legal process brings some measure of closure to the victims and their families. However, we must remain vigilant in addressing the root causes of hatred and violence and racism, promoting a dialogue, understanding and empathy as the path to true healing and lasting change. May we honor the memory of those who have died by committing ourselves to the pursuit of peace and the betterment of our community.
The Most Rev. Mark J. Seitz, D.D.
Comunicado del Obispo Mark J. Seitz sobre
la Sentencia del Tirador de Walmart
Hoy, somos testigos de la conclusión de los procedimientos legales federales que rodean el atroz acto de asesinato del 3 de agosto de 2019. Este es un momento para que reflexionemos sobre el profundo impacto que esta tragedia ha tenido en nuestra comunidad. Nuestros corazones siguen rotos mientras reconocemos el dolor y el sufrimiento que sufrieron las veintitrés personas fallecidas, los sobrevivientes, sus familias y toda la comunidad de El Paso.
La condena del tirador a 90 cadenas perpetuas consecutivas nos asegura que él nunca estará en condiciones de volver a hacerle tanto daño a nadie. Pedimos que las víctimas y sus seres queridos puedan encontrar una paz, imposible sin la gracia de Dios, que sólo viene de la voluntad de "perdonar a los que nos han ofendido". Es el perdón incomprensible de aquél totalmente inocente que, en sus últimas palabras desde la Cruz, perdonó a quienes le habían clavado en ella.
También aprovechamos esta oportunidad para reafirmar nuestro compromiso de fomentar una cultura del amor y de la vida, y de construir juntos puentes entre nuestras diversas comunidades multinacionales. En la Iglesia católica seguimos afirmando nuestra postura contraria a la privación deliberada de cualquier vida humana, en particular la inocente e incluso la que no lo es. Creemos que Dios hablaba en serio cuando dijo: "¡No matarás!".
Como comunidad, hemos demostrado una notable resiliencia en los años transcurridos desde esta tragedia. Nos hemos unido, ofreciéndonos apoyo y consuelo unos a otros, demostrando el poder de la unidad y la compasión.
Tengo la esperanza de que la conclusión de este proceso judicial federal sea el cierre de un ciclo para las víctimas y sus familias. Ofrezco mi apoyo y acompañamiento continuos a todos los supervivientes.
Y permanezcamos todos vigilantes para abordar las causas profundas del odio, la violencia y el racismo. Honremos la memoria de los que han muerto, comprometiéndonos en la búsqueda del diálogo, la paz y el trabajo por la justicia.
S.E.R. Mons. Mark J. Seitz, D.D. Obispo de El Paso